En estos días no he publicado. Digo, por si nadie se ha dado cuenta de ello. Lo cierto es que tenía planeado terminar un libro para poder entrar a un concurso de literatura. Se preguntarán ¿Qué ocurrió? Bueno, no ocurrió nada. Me ha estado costando terminar el dichoso libro. Lo que implica que no podré terminarlo a tiempo para el concurso. Sin embargo, estoy apresurándome para poder terminar mi octava (sí, ya es el octavo) historia del año. Aunque en teoría, no son libros grandes, una de ellas como saben es un montón de historias, otro son pensamientos míos y otras son novelas cortas. Esta historia es un poco más grande. Lo que me está exigiendo en sí no es otra cosa sino que la historia la comencé cuando era aún una niña. Terminarla, desde el mismo punto y con una narración en la que no se note demasiado el paso del tiempo, ha sido y está resultándome todo un reto.
Sin embargo, no me daré por vencida. Estoy totalmente convencida de que lo puedo lograr. Por el momento no escribiré tan a menudo como suelo hacerlo. Pero será solo temporal. Espero que lo entiendan. Esta historia está exigiendo bastante de mi capacidad como escritora. Los quiero mucho. Y gracias por su comprensión.
