Con el sol por lo alto y el viento soplando fuertemente una
bufanda de colores voló lejos hasta perderse entre los arbustos. Indiferente a
ello y a todo lo que le rodeaba la niña derramó unas lágrimas más sobre la
tumba de su madre.
Un deseo. Eso era lo único que tenía entre sus manos. Habían
pasado semanas desde aquel accidente y aún recordaba las últimas frases que su
madre le había dicho. Antes de subir al auto. Antes de ir a vivir con su tía.
Antes de todo.
“Cuando tengas un deseo… deja esta pluma. Libérala.” Dijo mostrándole
la pluma de pavo real.
“¿Se me concederá mi deseo?”
“Solo si de veras lo deseas. De todo corazón.”
“Mamá… ¿Tú que deseas?” Le preguntó la niña sonriendo.
“¿Y si te lo digo y no se me concede?” Bromeo su madre.
“Si se te concede. Si
se lo dices a otra persona, y esta desea verte feliz y que se cumpla tu deseo,
el poder de los deseos será más fuerte. Y tu deseo se cumplirá.” Recitó la niña. La madre la
abrazó.
“Entonces díselo. Pero en voz baja. Como un susurro, no sea
que te escuchen malintencionados que impidan que tu deseo se cumpla.”
En el presente, Zoe susurró.
“Desearía… desearía… yo desearía”
Desearía tener una familia.
“¡Zoe!” Gritó detrás de ella y a lo lejos su tía. Zoe abrió
los ojos sorprendida y esperó a que llegara hasta donde ella mientras
arrepentida, lloró amargamente.
“No quiero olvidarla” Le dijo a su tía mientras esta la abrazaba. Zoe se soltó a llorar. Aquel deseo… de
todos los deseos. Ella podía haber pedido otra cosa. Y era eso lo que más le
dolía.
Zoe se marchó. Su tía también. A lo lejos se veía agitarse
con el aire, la pluma de pavo real. Como si de algún modo, todo fuera a estar
bien. Al fin.
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La historia es otro fanfic, basado en una película llamada “Sin
reservas” con Catherine Zeta-Jones y Abigail Breslin. Si no la han visto, véanla.
Lo vale completamente. Para los que ya la vieron, comprenderán que para mí la
idea más terrible que puede sentir en este momento Zoe es el creer que con la
felicidad que tiene, va a olvidarse de su mamá. En especial porque su deseo no
fue hacer otra cosa que ser feliz con lo que podía. Para quien quiera pensar
más allá, les dejo a la imaginación las ideas. Yo solo tenía esta idea en la
cabeza desde hace días, y por fin la pude plasmar. Comenten.

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