A veces y tan solo a veces siento como si me escucharas.
Porque hay días en los que soy invisible.
Como si fuera parte del juego.
Uno que yo no entiendo.
Así que sí, a veces y son pocas,
siento que reímos juntos.
Como si compartiéramos un secreto.
Como si fuéramos amigos.
Hay ocasiones en que me siento rara.
Como pez fuera del agua.
Y entonces sé, que me han quitado el libreto.
Que de nuevo estoy fuera.
A veces es tan difícil encajar.
A veces quisiera poder reírme...
Justo en el momento en que no me atreví a hacerlo.
Decir las palabras que no logré encontrar.
Y siempre hago, justo después de que te vas.
A veces quisiera poder tener una regla con la que medir mi personalidad.
Me gusta el azul y no el rosa,
Soy alegre y no depresiva.
Pinto murales pero no en la calle.
Oigo Mozart y no soy concertista.
Y todas estas cosas no encajan en este mundo. Ni contigo ni con los demás.
Porque las cosas nunca son en forma unidimensional.
¿Por qué es entonces tan difícil ser yo?
A veces y tan solo a veces, me gustaría cambiar un poco de mi, para estar junto a ti.
Pero son esas mismas cosas, las que me gustan, que me disgustan.
Cuando me miro al espejo y no me veo.
Ni me reconozco.
Entonces vuelvo a ser yo misma. De nuevo.
Y así es como a veces y tan solo a veces, me acepto.
No soy ni Mozart ni Da Vinci,
Ni emo o fresa.
No soy popular ni desconocida.
Ni si quiera un Shakespeare de la Nueva Era.
No tengo una ecuación definida. Porque soy yo.
Soy una persona. Diferente, igual y en lo absoluto normal.
Y no importa lo mucho que les cueste entenderlo.
Aquí estoy. Soy yo.
Hola.
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Bien, esta va para todos los que han sufrido de bullying en algún momento. En casa, en la escuela, en el trabajo, en la calle. Yo nunca he vivido algo como esto, pero creo que todos en algún momento nos hemos sentido similar. Los sentimientos son universales. Y las letras un modo de expresarlo.
