Esta entrada es para mí. No para ustedes. Originalmente siempre intento escribir algo para ustedes, pero esta... estos son mis pensamientos. Se los comparto.
Escribir a simple vista parece fácil, solo juntas las palabras y creas algo. Crear o imaginar es la parte donde se vuelve algo complicado. Sin embargo, el verdadero reto es ilusionar al lector.
Crear algo que lo haga sentir que es parte de ese mundo. Darle una razón para seguir leyendo, para que nos haga existir. Libros y escritores no son nada sin el preciado lector. Ese que llorará con nosotros y se emocionará o reirá en las partes adecuadas. Ese que se llevará un café a los labios y decidirá que quiere leer sin recordar su taza siquiera.
En la misma línea suelo preguntarme que cosas están bien y que cosas no lo están entre mis páginas, llegando a ser demasiado analítica y metódica. Intento... transmitir las emociones adecuadas, pero acabo preocupándome más por la gramática y la ortografía que por el mismo texto en sí. Curioso o no, no es que se me dificulten estas dos últimas cosas. Porque no lo hacen. Sino que se me dificulta pensar que una historia puede tener la entonación correcta incluso si lo leo en voz alta. Y no porque no sepa como va la frase o el ritmo exacto que debe tener. Sino que... a veces, me dejo llevar por escribir y amo lo que he escrito. Pero en cuanto lo publico, lo aborrezco. Lo odio y juro que deseo quemar cada una de las palabras.
La perfección también tiene sus contras. Intento muchas veces por ejemplo,convencerme de que tal o cual escrito vale la pena ser publicado. De este modo, un consejo que podría dar a los demás escritores sería que lo revisen hasta el cansancio. Y cuando no tengan ni un solo error, no vuelvan a leerlo ni de broma. Al menos en cuanto a mí... a veces me gustaría seguir los pasos de Emily Dickinson y no publicar nunca nada en vida. De ese modo tendría la suficiente tranquilidad de saber que mi anonimato es solo parte de mi habitación y no producto de una farsa que me dice lo mucho que en apariencia le gustan mis historias. Tranquilos. No lo haré. Seguiré escribiendo para ustedes. Al menos, de momento.
Con cariño,
Faith.

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