Te amo era todo lo que necesitaba escuchar. Mis ojos, mi corazón y mi piel lo pedían a gritos. Mi mente lo imploraba. Pero los segundos pasaban. Esa persona sin embargo, no parecía darse cuenta de nada.
Tenía miedo de respirar, de quebrarme con un solo suspiro. De morir.
Y quizá no lo hubiera hecho. Físicamente hablando. Pero mis lágrimas corrían libres por mis mejillas. Necesitaba oírlo. Era lo único que pedía. Entonces yo me levantaría y viviría un cuento feliz. Sin importar nada más. Pero el tiempo pasaba, los años también. Solo mirándome al espejo, supe que jamás lo diría.
Y entonces, lo hice yo.
Te amo. Dije. Te amo y me voy. Así, rota y en silencio me despedí. Me levanté suavemente solo para escucharlo decir. Te amo. Suspiré. Pero no me volví.
---------------------------------
Me disculpo. Esta entrada era para el viernes, sin embargo surgió un imprevisto y no pude publicarlo a tiempo. Disfruten.
---------------------------------
Me disculpo. Esta entrada era para el viernes, sin embargo surgió un imprevisto y no pude publicarlo a tiempo. Disfruten.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario