Me voy a robar el tiempo.
Ese que hace envejecer a mis abuelos y desfallecer.
El mismo que hace que mis padres me ignoren.
Que mis amigos me dejen atrás o de lado.
Ese hombre de capucha negra con ojos burlones.
Le voy a quitar su vida. Y pronto seremos todos felices.
Le ignoraremos. Lo olvidaremos.
Y entonces tendremos el tiempo en nuestras manos.
Nosotros seremos ese hombre.
Pero seremos distintos.
Seremos más bondadosos, más amables.
Compasivos.
Pues tendremos todo el tiempo del mundo.
Y nos sobrará cada segundo.
De ese modo, no importará si es de día o de noche,
si llueve o hace sol.
Porque nunca jamás será tarde.
Y nunca habrá escuela temprano.
Sí, me voy a robar el tiempo.
Así me mirarán al menos dos veces.
Porque lo que yo les ofrezco, es la eternidad.
----------------------------
Entonces, este es el del lunes. Parece sencillo pero en realidad no lo fue tanto. Nuevamente he decidido hablar del tiempo. ¿Cuánto le hemos dedicado a nosotros, a nuestra vida? A veces siento que nos la pasamos en ese modo. Lean a Momo de Michael Ende. La idea la he sacado de allí.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario